En Montellano, Sevilla, todos conocen al burro Caramelo, que el miércoles ensayaba la inminente temporada. (Fotos y video: Borja Benjumeda para Horse Press)

Con el burro Caramelo no hay trato que valga

El borrico cunero que baila alta escuela ahora se expresa en libertad. Sus hijos ya lo imitan. Lo quisieron cambiar por un coche de alta gama y por 75 mil euros pero «un regalo ni se cambia ni se vende», zanja Carlos Román, el jinete

Cuando Caramelo inclina hacia atrás los orejones de 35 centímetros de longitud mientras trabaja es porque lo está pasando ‘rebuznantemente’ bien. Su actitud es seria y profesional cuando los pabellones atienden a lo que sucede delante y solo los abandona si el juego no le gusta. «Un mal varazo en el lomo y se apalanca. Relaja las orejas y no me da un paso más, ni para atrás ni para adelante. Que le peguen no le va. Ni a él ni a ningún burro. Y tampoco a los caballos; hay gente que lo hace porque el caballo tiene más cintura pero el burro se planta y se planta». A Carlos Román nunca se le ha rajado porque su ejemplar tiene clase. El asno llegó a su casa hace diez años, cuando era un pollino de dos años y medio. El jinete lo quiso comprar pero el propietario no lo consintió; se lo regaló a cambio de domar sus caballos, su anterior oficio. «Me gustó el pelo. Es andaluz porque ha nacido en El Coronil (Sevilla) pero no es puro porque el autóctono es tordo y tiene los huesos y las rodillas más anchas. Este es un burro cunero».

Precisamente la ligereza de su estructura borrica ha permitido a este ejemplar de Montellano convertirse en el primero de su especie en bailar como lo hacen los caballos andaluces que se cotizan otra vez al alza en medio mundo. Nada de cargar aceitunas ni pasear turistas. Él flota en el trote y sube orgulloso el cabezón de cincuenta kilos cuando lo hace. Hace unos años un mal seductor quiso cambiarle a Carlos el rocín por un Volkswagen Touareg y Caramelo rebuznó enojado. «Un regalo no se vende ni se cambia. Este burro no se mueve de mi casa», tradujo ofendido el propietario.

 

El zapatero de la zona ha cosido para Caramelo unos zapatos a medida en piel de flor de ternera color coñac y ha bordado las iniciales junto a los cordones traseros. Los ha completado fijándoles una delgada suela de goma para no resbalar cuando visita los platós de televisión: «Hemos estado muchas veces en la tele, en el programa de Juan y Medio y en otros programas de animales también de Canal Sur». Carlos ahora sonríe porque ha conseguido que el público se emocione con su jaco, que ría y llore como lo hace su padre, Manuel, cuando ve piaffar a Caramelo en la pista donde ensaya las próximas actuaciones de alta escuela: «Yo sé lo que son los burros, son testarudos, y haber llegado hasta donde ha llegado él… Mira cómo se hace el muerto, eso es un gesto de sumisión, lo máximo que se puede conseguir. En los carteles de las ferias lo dejan para el final para que el público no se vaya. La gente llora cuando lo ve».

Bombón es hijo de Caramelo, un ejemplar flexible y ágil que responde motivado cuando el entrenador le pide levadas. Solo tiene dos años y una oferta de 30 mil euros.
Bombón es hijo de Caramelo, un ejemplar flexible y ágil que responde motivado cuando el entrenador le pide levadas. Tiene seis años y un interesado que quiere pagar 30 mil euros por él.

El forzudo de Caramelo soportó sobre su cuerpo el peso de dos elegantes caballos de doma clásica durante minutos. El camión que lo transportaba desde Alemania, donde había actuado por cinco mil euros en una abarrotada feria de Equitana, quedó volcado en la carretera tras sufrir un accidente. Carlos resultó herido pero tuvo fuerzas para salir de la cabina y rescatar a los animales, que solo estaban asustados. Entonces fue el jinete el que se plantó. «En ese momento me di cuenta que tenía que cuidar mejor de él. Cambié el concepto del espectáculo y este año estrenamos un nuevo show. Caramelo ha roto a bailar solo, sin mí. Lo lleva dentro y yo no quiero pesarle más. Él es fino como un poni y está sano para durar unos treinta años», explica Carlos, que se considera un gran admirador de Santi Serra, el artista de la doma natural.

El jinete confía en que el giro artístico le permita seguir desarrollando su espectáculo, encontrar un modo de vida. En la cuadra hay tres burros más y un poni miniatura que ya se forma en el arte ecuestre. Los cinco consumen como dos caballos. Uno de los borricos es hijo de Caramelo. Tiene un pelaje que brilla como el betún y un patrón morfológico que hubiera encajado en la raza del poni de deporte francés si lo hubiera permitido su cara bruta. Bombón hace levadas como las que hacía Judío con Manolo Ruiz en la Real Escuela. Tiene seis años y ha progresado con rapidez en el aprendizaje. Carlos sueña con tener un espectáculo lleno de burros que obedecen en libertad al domador. Cuando el jinete corre, el burro corre detrás. Si Carlos salta un obstáculo, Caramelo también vuela. Bombón y Sugus, el nieto albino, ya lo imitan. Todos hacen lo que dice el líder y las dos varas que le ayudan. «Los espectáculos en libertad se pagan mejor que los montados pero en Andalucía la temporada es corta, unos cinco meses, y tampoco da para vivir, por eso también doy clases de equitación y estoy estudiando con mi mujer para poder hacer terapias ecuestres. En otros países de Europa podría vivir de esto pero aquí es difícil, por eso puede que tenga que vender a Bombón».

En Montellano, Sevilla, todos conocen al burro Caramelo, que oye relajado el cante de su jinete, Carlos Román, en el distribuidor de la casa, el pasado miércoles. (Fotos y video: Borja Benjumeda para Horse Press)
Caramelo oye relajado el cante de su jinete, Carlos Román, en el distribuidor de la casa. Los zapatos han sido cosidos a medida para no resbalar en los platós de televisión que frecuenta.

Es posible que con Bombón haya trato. Para evitar la venta, su propietario ha fijado un precio considerablemente alto pero hace unos días le han ofrecido una cifra que, aunque no se acerca, sigue pareciendo una burrada: «Más de treinta mil euros pero yo creo que vale más porque se mueve mejor que el padre, que ya no se esmera tanto». Cuando lo hacía, un desconocido en la Feria de Sevilla escribió en una servilleta desplegada unos sensacionales 75 mil euros y Carlos lo despachó sugiriendo que asno e ignorancia no son sinónimos. «Burros habrá muchos pero como él no hay ninguno, le dije».

Caramelo es uno más en la familia de Carlos Román. De hecho, en las paredes hay más retratos de él que de ellos.
Caramelo es uno más en la familia de Carlos Román. De hecho, en las paredes hay tantos retratos de él como de ellos.

A los tres años, Caramelo ejecutaba el primer apoyo al paso e incluso la pirueta directa y la pirueta inversa adornado como un bailarín ecuestre. Otro de los ejercicios de mayor sumisión, el paso atrás, lo sigue resolviendo con entrega y nada demuestra con más facilidad que el passage, el paso español y los apoyos al trote. Solo las moscas sacan lo peor de él. «Ahora empiezan a aparecer y tengo que vacunarlo porque le pican y se muerde las patas. Las peores son las que tienen el culo lleno de sangre. En eso no son como los caballos. Los burros se hieren, lo pasan mal. Y tampoco puedo llevarlo a trabajar lleno de mataduras. Procuro que a mi burro no le falte de nada; nunca imaginé que me daría tanto», explica Carlos sentado con la guitarra flamenca en el recibidor de la casa de sus padres después de cantarle a Caramelo, que mira satisfecho.

Próximas actuaciones de Caramelo y Carlos Román

  • 7 de mayo. Homenaje a Luis Calderón en la plaza de Toros de Osuna (Sevilla)
  • 14 de mayo. Can Deu (Barcelona)
  • 27 de mayo. Actuación benéfica en centro ecuestre Espigares (Sevilla)
  • 17 de junio. Actuación benéfica en Nerva (Huelva)
  • 2 de julio. Tineo (Asturias)
  • 20 de agosto. Monturque (Córdoba)

Artículos Relacionados

Un comentario sobre “Con el burro Caramelo no hay trato que valga

  • el 17 abril, 2017 a las 10:22
    Permalink

    Increíble los reportajes de horse press son maravillosos, entretenidos y muy amen os. Temas así son los que se echan de menos hoy en día en los periódicos. Ojalá sigantes en esta línea estoy encantada de leer los porque además son constructivos y diferentes. Enhorabuena a la web tan fantástica! !!!!

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *