Aves a la sombra
Gobierno recuerda que la avalancha de parques solares proyectados en la provincia de Cádiz debe respetar las mermadas poblaciones de pájaros esteparios
Ecologistas piden ordenar el sector para evitar burbujas especulativas
Cada año, técnicos medioambientales de la Junta de Andalucía analizan la evolución de las poblaciones de aves endémicas vulnerables y en peligro de extinción cuyas vidas están ligadas a los suelos rústicos de pasto, trigo y girasol. Las estrategias diseñadas para conservar y recuperar especies, la mayoría carentes de planes nacionales de consolidación, lejos de mejorar con la despoblación del medio rural, regresan.
La provincia de Cádiz, con 240.000 hectáreas de espacio verde protegido, un tercio del territorio, es una de sus áreas de campeo. Podría considerarse que, dado el alto grado de protección del territorio, la viabilidad de estas aves goza de buena salud, pero no es así. Donde echan a andar sus pollos es suelo fértil de escaso valor ecológico y alto valor agrícola, como pastizales y fincas de cultivo herbáceo, un hábitat que sufre acoso sistemático en los últimos cuarenta años (regadío, cultivos leñosos, productos agroquímicos, cosechadoras, caza furtiva, tendidos eléctricos, aerogeneradores, edificaciones, cambio climático…).
En estos extensos canchos desprotegidos y expuestos a la radiación solar se proyecta el cultivo de la energía renovable: cerca de un centenar de parques solares instalarán paneles fotovoltaicos que cubrirán unas 25 mil hectáreas de suelo gaditano capaces de producir 12 mil megavatios (1 megavatio necesita entre 2 y 3 hectáreas de superficie), energía renovable suficiente como para vender excedentes.
La sombra que van a generar puede comprometer definitivamente el futuro de estas especies asustadizas pero ligadas a la actividad agrícola. El Ministerio de Transición Ecológica ha enviado a la Junta de Andalucía instrucciones ecológicas en las que se exponen los principales impactos ambientales asociados a la construcción de estas instalaciones, las deficiencias de proyectos evaluados y las medidas imprescindibles para autorizar plantas de energía solar, como la búsqueda de suelos alternativos a los terrenos que coinciden con los hábitats de avifauna esteparia en regresión. De momento, y pese a la solicitud de moratorias solicitadas por grupos ecologistas hasta la aprobación de un Plan de Ordenación Territorial y Tecnológico, según ha informado la delegación de Agricultura, los permisos solicitados para la puesta en marcha de las plantas solares se están autorizando.

Avutarda Común (Otis tarda)
Distribuida por el Valle del Guadalquivir, con un núcleo principal en las campiñas de Sevilla y otro de menor entidad entre las provincias de Córdoba y Jaén, la avutarda ha ido desapareciendo de territorios donde su presencia ha estado documentada, como Doñana, Jerez o la comarca de La Janda.
Sin estrategia nacional para su conservación, la avutarda cuenta con un plan de actuación europeo que tiene como objetivo devolver las poblaciones existentes a niveles de 1979. Los objetivos establecidos recogen un incremento de la población de La Janda en un 4 por ciento para 2020 pero tras la desaparición de Jorge, el último ejemplar avistado en Tahivilla (Tarifa), no ha vuelto a anidar ninguno de su especie.
Pese a su volumen y envergadura -es una de las aves voladoras más grandes de la península Ibérica, 190-260 centímetros-, son extremadamente silenciosas y vulnerables, pues la naturaleza las ha situado al límite de la capacidad de volar. En la nota informativa del Gobierno se recuerda que uno de los principales elementos en la instalación de un huerto solar, la línea de alta tensión que conecta la planta fotovoltaica con la red eléctrica, supone también uno de los principales impactos sobre la biodiversidad, pues «implica la pérdida y destrucción de hábitats de flora y fauna y la fragmentación del territorio».

Sisón común (Tetrax tetrax)
Agregado en bandos que pueden ser numerosos, ocupa hábitats abiertos: cultivos cerealistas, pastizales y dehesas. Amenazado durante los últimos años por el incremento del cultivo del olivar, el regadío y la reducción de barbechos, necesita terrenos despejados para alimentarse y desarrollar el cortejo.
Hasta la fecha no se ha aprobado una estrategia nacional para su conservación, aunque existe un plan de acción europeo que persigue reducir la amenaza de la especie y evitar extinciones locales. Sin embargo, el grupo de Ecologistas en Acción Andalucía, que considera «innegable la consolidación de la energía descarbonizada», denuncia que los efectos negativos de las plantas solares no pueden ser ignorados y teme que finalmente el modelo «beneficie a los grandes inversores y especuladores nacionales y extranjeros en detrimento del acceso a las energías limpias por parte de la ciudadanía, contradiciendo de esta forma los planteamientos de una transición justa», ha explicado para este medio Daniel López Marijuán, responsable del Área de Residuos y Cambio Climático.
En 2018 en Andalucía se habían instalado 900 megavatios, distribuidos en pequeñas instalaciones de entre tres y doce megavatios. En 2019 se conectaron a la red otros 900 megavatios. En solo un año se ha puesto en producción más potencia que en la última década, según datos de la Agencia de la Energía. Se da por hecho que la energía fotovoltaica en España, que según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, pasará de los actuales 4,8 GW a 36 GW en 2030, aunque hay analistas que pronostican llegar hasta 46 GW.

Ganga ibérica (Pterocles alchata)
Especie prácticamente circunscrita en Andalucía, ligada a los arenales y marismas, los estudios señalan que la concentración en un solo núcleo es un riesgo para las poblaciones, dado que cualquier evento catastrófico podría enterrar la especie en la región.
Las comunidades autónomas carecen de instrumentos para regular esta irrupción de parques fotovoltaicos y restringen su intervención a los aspectos ambientales o paisajísticos. Para Ecologistas solo hay dos opciones: «dejar que la iniciativa privada elija los suelos donde ubicar las plantas solares o establecer una mínima planificación con criterios de sostenibilidad ambiental y mayor seguridad jurídica». Entre las recomendaciones establecidas por la UNEF, Unión Española Fotovoltaica, se recoge mejorar la integración de las especies locales y proteger su hábitat natural «pero dejan al margen el cogollo del problema: la necesidad de regular la implantación de este imprescindible recurso energético para que no se nos vaya de las manos».

Aguilucho cenizo (Circus pygargus)
Otra de las indicaciones recogidas por la UNEF son los cerramientos de seguridad de plantas fotovoltaicas para proteger los materiales de las instalaciones de rateros. Campos de cultivos que ahora no tienen fronteras pasarán a convertirse en fincas valladas con mallas metálicas permeables de 2 metros de altura y pasos de 20×20 centímetros cada 20 metros para promover el tránsito de la fauna terrestre de la que se alimenta, por ejemplo, el aguilucho común, ave cuya viabilidad está estrechamente ligada a las grandes extensiones cultivadas de trigo y cebada, donde, a falta de los grandes herbazales que conforman en otros lugares su hábitat predilecto, instala los nidos. A cambio de alojarse en los cultivos, el aguilucho cenizo elimina grandes cantidades de topillos, ratones, langostas y aves granívoras, que constituyen sus presas habituales.
Sin estrategia nacional de conservación, la Unión Europea apuesta por incrementar sus poblaciones reproductoras existentes y mantener las campañas de salvamento de pollos mediante acuerdos con propietarios de fincas, lo que choca con la Política Agraria Común de promover cultivos alternativos al hábitat de las esteparias y, sobre todo, con el precio del alquiler de la hectárea a las empresas de energías renovables, que oscila entre 1.500 y 1.800 euros anuales.

Alondra ricotí (Chersophilus duponti)
En el Plan de Recuperación y Conservación de Aves Esteparias como la alondra ricotí, pájaro pequeño y estilizado, restringido a la Península Ibérica y el norte de África, se han definido una serie de medidas enmarcadas en varias líneas de trabajo, como la catalogación que permita determinar en qué momento una especie puede disminuir de categoría en el Catálogo Andaluz de especies amenazadas, la gestión del hábitat orientada a mejorar los territorios que las especies requieren y la reducción de la mortalidad no natural, principalmente, electrocución y colisión con aerogeneradores y tendidos eléctricos.
La Agencia de la Energía ha calculado que en Andalucía hay disponibles 809.000 hectáreas para parques solares, un espacio similar a la provincia de Almería, que podrían producir 273.000 megavatios (el doble de toda la energía que se produce actualmente en España.
En la actualidad, en la región se están desarrollando 13.000 megavatios, producción suficiente para evacuar energía. El reciclaje del empleo de aceites minerales necesarios para el funcionamiento de los transformadores y que suponen un riesgo para la contaminación del subsuelo, así como el método de extracción de agua necesaria para limpiar la superficie de las células fotovoltaicas son datos que se desconocen, aunque según estudios ecologistas, el consumo por megavatio es de 20 toneladas de agua, muy por debajo del consumo en plantas termosolares (500 toneladas por megavatio).
En los términos municipales de Jerez, Vejer, Arcos y Medina Sidonia han puestos sus intereses los inversores y promotores de las energías renovables. El alcalde de Medina Sidonia, Fernando Manuel Macías, que reconoce haber atendido numerosas consultas desde que ocupa el cargo, ha manifestado que «en la actualidad no existe ninguna planta solar pendiente de establecerse en nuestro territorio», un municipio que ingresa importantes cantidades económicas en concepto del impuesto de bienes especiales que reporta la instalación de aerogeneradores para la producción de energía eólica. «Entiendo que siempre y cuando se respeten los requisitos de impacto ambiental y paisajístico no debe haber problema para su puesta en funcionamiento per, la realidad, es que a día de hoy no tenemos ninguno».
Algunos de los proyectos de planta solar fotovoltaica en la provincia de Cádiz
- Planta fotovoltaica pATRÍA 1 (26 MW), subestación de seccionamiento y línea aérea de interconexión (Chiclana).
- Planta fotovoltaica Patría 2 (26 MW), subestación de seccionamiento y línea aérea de interconexión (Getares, Algeciras).
- Planta fotovoltaica Navavuelos-Parralejos (Medina Sidonia y Vejer).
- Planta fotovoltaica Arcos 1 (49.990,00 KWP, 40.200,00 KWN) (Medina Sidonia).
- Planta fotovoltaica Arcos 1 (50 MW) (Vejer).
- Planta fotovoltaica Arcos 1 (50 MW) (Alcalá de los Gazules).
- Planta fotovoltaica Arcos 2 (Medina Sidonia).
- Planta fotovoltaica (45 MW), subestación y línea de evacuación aérea (Chiclana, Puerto Real y Medina Sidonia).
- Planta fotovoltaica Puntalejo (25 MW) (Vejer).
- Planta fotovoltaica Alya (41 MW) (Alcalá de los Gazules).
- Planta fotovoltaica Puntalejo (49 MW) (Alcalá de los Gazules).
- Planta fotovoltaica Los Alcornocales 1 (Tarifa).
- Planta fotovoltaica Señora de La Oliva (Vejer).
- Planta fotovoltaica El Zumajo (Nuevo Parralejo) (220 KV) (Vejer).
- Planta fotovoltaica Zumajo 1 (Vejer).
- Planta fotovoltaica Zumajo 2 (Vejer).
- Planta fotovoltaica Basir (Medina Sidonia).
Son preciosas las aves, hay que cuidar a los animales.
Es una pena que tantas aves se vean afectadas por los parque solares, creo que deberían poner las placas en algún sitio donde molesten lo menos posible.