Rocío ha mejorado la atrofia muscular montando a caballo. M&J (Night Photography)

La equino (riso) terapia

La equitación adaptada para personas con discapacidad sigue sumando fans. En Sevilla, más de trescientos usuarios han mejorado las lesiones físicas y cognitivas en la última década

Rocío 
43 años
La alumna 
Parálisis Cerebral 95 por ciento

La madre de Rocío no pudo dar a luz el día que determinó la naturaleza. Lo hizo cuando el médico de urgencias del Virgen del Rocío (Sevilla) autorizó la cesárea necesaria, que fue doce días después. “Allí dentro (en el útero) le faltó de todo: oxígeno, alimento, luz… Menos ganas de vivir. Es milagroso que esté viva”. Pepe, el marido de la alumna. Frenar la llegada de Rocío ha costado una atrofia muscular severa en todo el cuerpo. El daño cerebral es del 95 por ciento. El físico (la movilidad o el habla) funciona al 5 por ciento. El intelecto, al cien por cien. “Estoy afectada solo físicamente y no me ha impedido vivir la vida como cualquiera. He trabajado como secretaria, tengo un hijo, he hecho yoga, natación… No puedo parar porque si lo hago, me duele el cuerpo, se contraen más los músculos, me quedo rígida. Tuve una lesión cervical después de doce años en una oficina. Tenía que estar delante del ordenador con un casco con auricular y micrófono. Paralizada. Estuve fatal”.

Montar a caballo es ahora la medicina. La receta llegó a través de una amiga, madre de dos hijos autistas que empezaron a interactuar desde que trotan. “Tienes que probar porque funciona, me comentó”. Podría haber sido prescrita por un médico pero la terapia con caballos no tiene base científica. La comunidad ecuestre se quedó sin fondos para concluir un estudio que pretendía demostrar los beneficios de la práctica de la equitación en la psicomotricidad humana, por eso la medicina solo puede recomendarla. Y lo hace por los resultados experimentados en los usuarios en esta última década. Rocío se desplaza en silla de ruedas. Nunca ha caminado y es muy probable que nunca lo consiga. Monta a caballo porque el caminar equino reproduce el movimiento pélvico de la persona que anda. “En el caballo me siento libre, sin obstáculos. Quiero ir allí (dirige la mirada hacia el lado opuesto) y voy sin que me lleve la silla de ruedas. Nadie sabe lo que este deporte supone para mi. Es la liberación total. Soy feliz. Mis padres me dieron la base para serlo. Me integraron, nunca me trataron distinta”, explica desde la silla de montar, a más de dos metros de altura. Hasta hace tres años no podía untar la mantequilla en las tostadas, abrocharse los botones, devolver las caricias o apretar la mano de su hijo, que ahora es adolescente. Tampoco sostenerse sin respaldo. Los movimientos espasmódicos de los músculos ahora están bajo control.

Hasta hace tres años, Rocío no podía untar la mantequilla en las tostadas, abrocharse los botones o devolver las caricias de su hijo, que ahora es adolescente

En poco tiempo estará trotando libre, haciendo equitación activa sin la ayuda de las tres profesoras que guían a pie al caballo y corrigen la posición de Rocío, que aprieta las piernas contra el caballo y tira y cede suavemente de las riendas para dirigirlo. Veinte minutos de paso y trote la han dejado exhausta. Ha sido como caminar y correr. “Poco a poco. Es muy cansado. Trabajan todos los músculos. He empezado tarde en este deporte pero lo voy a conseguir porque quiero prepararme para competir en la liga para jinetes con discapacidad”, asegura sonriendo inmensamente.

Miguel 
28 años
Campeón de Andalucía Doma Paraecuestre 
Parálisis Cerebral 85 por ciento

Miguel ha galopado por la inmensidad del Valle del Cimarrón con un cuarto de milla, perseguido apaches y entonado Oh! Susanna con una guitarra artesana de sonido metálico sin desafinar refugiado bajo un cobertizo. Ha arrastrado al enemigo con una soga, ayudó a escapar a fugitivos lanzándose desde una azotea al lomo de un caballo… Ha estado en un saloon repartiendo pólvora. Miguel se tragó muchas películas de indios y vaqueros sentado en la silla de ruedas durante la infancia y la adolescencia pero ahora, cuando llega a la cuadra, todo es sorna. “¿Es tu primer caballo?”, preguntamos. “¡No, qué va! Esta es la número diez. Es muy dócil y sumisa pero no es como Lupita. Ella era mi alma gemela; tenía un carácter muy malo la muy joía. Se enfadaba rápido, igual que yo, que tengo muchas manías”.

El campeón de Andalucía Paraecuestre no tiene mozo. Limpia el caballo, lo ensilla y lo entrena. En los huecos libres ayuda a limpiar los caballos del hipódromo de Dos Hermanas. «Tienen más sangre»

En el bueno, el feo y el Miguel, el bueno es la buena de Jara, que hace la que se despierta cuando ve la silla automática moverse hacia su grupa en el interior del box. Miguel limpia los pies de la yegua antes de salir para no dejar rastro de paja y estiércol por el impoluto pasillo que acaba de barrer. Ya salen. Él va delante y Jara lo sigue. “Me cago en todo, no he traído la llave del candado del cajón de la limpieza”. Da media vuelta en el patio de la cuadra para ir al guadarnés a por el llavero. La yegua espera en la puerta observándolo. Al cabo de un buen rato, ya está cepillada, peinada, ensillada y con una cabezada reluciente. Miguel no tiene mozo. Él es el mozo y el jinete, el actual campeón de Andalucía de Doma Paraecuestre. La escoliosis es prácticamente historia negra. Hubo unos años en los que fue muy dolorosa. Coincidió con el ingreso de la pandilla en el mundo de las chicas y él se aisló en los videojuegos hasta que decidió hacerlo en el hipódromo de Dos Hermanas. Allí llega cada mañana a las 9 de la mañana y vuelve a casa a las 8 de la tarde. “Ahora me han ofrecido cuidar y limpiar los caballos de carreras, que están en el edificio del hipódromo y quiero empezar cuanto antes. Esos tienen sangre”, cuenta con una mirada cegadora.

Equitación terapeutica
Jara es una yegua terapeuta. Cuando ella trota mejoran las lesiones cognitivas y físicas de jinetes como Miguel. M&J (Night Photography)

Jara
20 años
La terapeuta

Yegua cruzada muy dócil

Las proporciones físicas y la mecánica del movimiento de la bestia (160 centímetros a la cruz) se adaptan cómodamente a jinetes de entre 120 y 180 centímetros de altura. Tiene el cuello fuerte y una grupa plana y grande en la que se podría tomar un café sin sobresaltos. Es cómoda porque es gruesa, noble porque tiene experiencia y segura porque se eleva levemente en los aires saltados (trote y galope). Tuvo que enfrentarse a las rigurosas entrevistas de trabajo de Rocío, técnico deportivo de equitación del Club La Herradura (Hipódromo de Dos Hermanas, Sevilla), que exige sumisión, resistencia y experiencia en el perfil del candidato que va a convertirse en profesional de los servicios ecuestres. La calificó muy apta. “Nuestros caballos tienen una media de edad de veinte años. Son adultos con experiencia, que no se asustan y resisten con entrega un trabajo agotador”, explica.

El caballo terapeuta es un animal con experiencia, que no se asusta y resiste con entrega un trabajo agotador. Los alumnos lo abrazan y lo besan y eso es demasiada humanidad. El estrés se libera descansando en libertad

Cada día, a la yegua se encarama una decena de jinetes con alguna necesidad especial. Sobre el dorso, unos se moverán en exceso por padecer hiperactividad o enfermedades espasmódicas; otros apenas lo harán. A todos los pasea sumisa e incluso le piden trote con patadas que no duelen. Al final, todos los alumnos le dan besos y abrazos y eso es demasiada humanidad. “Por las mañana soltamos a todos los caballos terapeutas al campo para que se comuniquen entre ellos, para que no pierdan su parte animal, porque este trabajo es estresante”. En total, son treinta en la manada pero en 2007, cuando el club empezó a andar, había solo un caballo para solo tres alumnos especiales. Ahora hay 120 usuarios a la semana que llegan de toda la provincia y en esta década han atendido a más de trescientos jinetes y amazonas con algún tipo de discapacidad o necesidad especial. Hay tantos caballos como tipos de pasos humanos: profundos, rápidos, lentos, armoniosos, descoordinados. “Todo esto sirve para adaptar cada animal a las necesidades de cada persona y así poder normalizar su tono muscular tanto si queremos relajar musculatura como si queremos reclutar fibras musculares y activarlas”. Otro de los beneficios de los caballos es el aumento de la temperatura. “El contacto con el cuerpo del animal proporciona un aumento de la temperatura corporal y con ello la vasoconstricción, haciendo que la musculatura se relaje aun más”.

Raquel
28 años
La fisioterapeuta

Cuando Raquel conoce a un nuevo alumno lo primero que hace es tocarle las piernas y los brazos. En el cuerpo humano hay más de seiscientos músculos elásticos y flexibles pero los de los jinetes especiales no lo son. En la atención a personas afectadas físicamente, el peso de la terapia recae en la figura del fisioterapeuta. “Mi trabajo es físico, luchar contra la rigidez muscular, pero estoy dentro de un equipo humano formado por profesionales del mundo de la equitación, de la educación y la psicología, que trabajan por objetivos cognitivos con los pacientes afectados psíquicamente”. En el alumnado hay jinetes con distrofias musculares, ictus, parálisis cerebral, síndrome de Rett, esclerosis múltiple, autismo, síndrome de Down, retraso madurativo, hiperactividad, personas sordas, ciegas, con dificultades en el lenguaje, drogadictos, esquizofrénicos o personas en riesgo de exclusión social. Dicen que el caballo no los juzga. “Lo importante no es solo el trabajo de estiramiento que yo hago con la musculatura de los alumnos lesionados; además, hay que mover la pelvis y estar motivado, lo que conseguimos con la integración de los alumnos en clases de equitación mixtas”.

Así se ríe Tadeo cuando corre a caballo. El niño autista descubre con Merry otras formas de interactuar con el entorno que mejoran su calidad de vida. M&J (Night Photography)
El déficit de atención o la impulsividad se someten a control montando a caballo. La niña que está tumbada sobre el caballo es menos hiperactiva desde que asiste a clases mixtas con su hermano, que es primero en la fila. Es la equitación adaptada. M&J (Night Photography)

Marién
43 años
La directora 
Técnico Deportivo de Equitación

Ella es la jerarca de un equipo multidisciplinar integrado exclusivamente por mujeres jóvenes con formación universitaria en pedagogía y psicología y en terapias ecuestres que querían desarrollar su actividad profesional para mejorar la calidad de vida de los alumnos. El club está incrustado en la dehesa que rodea el hipódromo de Dos Hermanas, lo que permite disfrutar del mundo ecuestre sin limitaciones. “Pretendemos promover el deporte hípico de una forma integradora para todo tipo de personas sin límite de edad. Es fácil promover la estimulación sensorial cuando trabajas en el campo y con animales. El ruido del caballo ayuda con la sordera, el pelo del caballo ayuda con el tacto… El beneficio físico es mucho mayor que en otro tipo de terapias por la similitud del andar del caballo y el hombre. Esto ayuda a mejorar la deambulación, la translación de cargas de ambos miembros inferiores, la correcta longitud del paso, la flexibilización de la musculatura de miembros inferiores, el desarrollo psicomotriz, la estabilidad estática y dinámica, la corrección postural y el enderezamiento y coordinación del tronco”.

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