Ladies y gentlemen, esto es hípica
El deporte ecuestre es el único en el que hombres y mujeres de diferentes generaciones compiten juntos en una final olímpica. Lo hacen además con yeguas, castrados y sementales jóvenes y adultos
La joven murciana piloto de motos Ana Carrasco, la primera mujer en liderar un Mundial de la Federación Internacional de Motociclismo, se preguntaba en una entrevista reciente por qué las mujeres no compiten con los hombres en una misma prueba si la moto no entiende de géneros. En hípica, el caballo, animal de 600 kilos, tampoco.
La hípica es la modalidad en la que la participación en una final olímpica es la más mixta de todos los deportes conocidos. No solo por el sexo y la edad de los jinetes. Caballos y yeguas se inscriben juntos en un mismo combate, lo que dibuja resultados variopintos con mujeres de treinta años que pueden ser medalla de oro en sementales adultos. Y jinetes de sesenta (o mayores) que llegan a ser plata con yeguas noveles. Amazonas con yeguas ganadoras y jinetes con castrados implacables. Montar a caballo es cuestión de destreza física y mental más que de superioridad corporal, que, en todo caso, recaería sobre el equino.
Sin embargo, el deporte ecuestre no se debe excluir del debate social sobre género. Lo cierto es que a medida que aumenta la edad de los participantes y la categoría del premio, la presencia femenina en los puestos de honor retrocede en las pruebas deportivas. En el ranking oficial de la Real Federación Hípica Española, se citan diez amazonas frente a cuarenta jinetes en salto de obstáculos, cota que mejora en la doma clásica, con catorce mujeres entre los cincuenta mejores deportistas.
En el último campeonato de España de concurso completo de equitación, la madrileña María Pinedo fue la única participante femenina entre los mejores clasificados. Es medalla de plata de la exigente modalidad ecuestre.
Hípica de menores
En categorías inferiores a gran premio, la participación es más homogénea e incluso las chicas superan holgadamente a los jóvenes jinetes. En el listado actual de la categoría, veintidós amazonas de 16 a 21 años están situadas entre los treinta mejores atletas de su categoría hípica. Diecisiete chicos quinceañeros y treinta y tres amazonas se han hecho un hueco entre los cincuenta mejores deportistas juveniles clasificados en el territorio nacional.
Hay disciplinas ecuestres no olímpicas en las que la presencia de mujeres en los mejores deportistas del año es inexistente. Un ejemplo es el acoso y derribo o la doma vaquera, modalidad en auge que ya tiene el visto bueno del parlamento andaluz para ser considerada Bien de Interés Cultural.
La situación no es mejor en los puestos de poder de las instituciones ecuestres. La Real Federación Hípica Española tiene asignados seis hombres para los seis cargos del organigrama: Javier Revuelta (presidente), Venancio García (secretario), Marco Fusté (director de salto), Luis Lucio (director de doma clásica), Pedro Rey (director de concurso completo de equitación y disciplinas no olímpicas) e Ignasi Casas (director de raid).
Esta última modalidad ha aportado a la doble campeona del mundo de la disciplina, la cántabra Máría Álvarez, pruebas ganadas antes y después de la maternidad. Las federaciones territoriales sí cuentan entre sus cargos organizativos con mujeres profesionales del sector. En la andaluza, hay cuatro cargos desempeñados por mujeres frente a cinco puestos que ocupan hombres. Todas están en las vocalías. La presidencia y la vicepresidencia las ejercen Joaquín Medina y Manuel Baena.