Que viene el lobo
El vasallaje en regiones vecinas y la fragmentación de Sierra Morena arruinan el avance del lobo ibérico a Andalucía
Defensores piden reintroducirlo pero ganaderos de caza mayor siguen temiendo al gran proscrito
Unas trescientas manadas de lobos ibéricos (canis lupus) planean emboscadas en los montes de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León. En las comarcas loberas de la sierra de Madrid habita una sola familia, según el último rastreo elaborado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca entre 2012 y 2014.
Empresas de alojamiento rural de provincias leonesas ofertan la voz del lobo como reclamo turístico y los clientes empiezan a acudir como ’borregos’. En Castilla y León también se registra el mayor número de denuncias por ataques de lobo al ganado. Nuevos aullidos consiguen agrandar las montañas extremeñas de Gredos y los Montes de Toledo pero Sierra Morena, el corredor natural andaluz, sigue muda, a pesar del rápido avance que está describiendo la especie por Europa y la abundancia de alimento silvestre, agua y paisaje disponible que reconquistar al sur: unas treinta mil hectáreas de parcela para un grupo jerarquizado que integran un macho alfa, la loba, tres lobatos y un par de lobos viejos.
Las manadas deberían haber alcanzado las cotas serranas más altas que alumbran el Guadalquivir. Nadie ha visto lobos en la zona. La Consejería de Medio Ambiente está promoviendo a través del primer Proyecto Life Lobo Ibérico (2016-2019) un cambio de actitud en la sociedad rural ante la previsible aproximación geográfica del depredador, una iniciativa con la que simpatiza casi toda la población rural: la Federación Andaluza de Caza, WWF España, la Asociación de Propietarios Rurales, Productores de Caza y Conservadores del Medio Natural de Andalucía (Aproca), la Asociación Empresarial de Criadores y Propietarios de Cotos de Caza de Andalucía (Ateca), la Asociación de Pastores por el Monte Mediterráneo (APMM), la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía y la Sociedad Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (COVAP). Algunos invocan la llegada.
Quienes desprecian al lobo son ganaderos cinegéticos. Estos empresarios temen las influencias que el lobo puede ejercer en el comportamiento de ciervos, corzos y jabalíes que el rentable negocio de la caza mayor sortea cada temporada. Un segmento menor que posee el 90% del espacio natural de Sierra Morena, la puerta de entrada al sur: más de medio millón de hectáreas de monte fragmentado en cercas cinegéticas de superficies inviables para manadas productoras de lobos que consigan escapar de los montes manchegos y extremeños, donde los fulminan a tiros.
Los tiempos de los cuentos horrorosos sobre lobos parecen estar superados. La víctima -cuarenta años después de la pérdida de su máximo defensor, Félix Rodríguez de la Fuente- sigue siendo el lobo. El gran proscrito. Por eso defensores del Proyecto Life creen que la introducción espontánea del depredador en Andalucía es inviable a corto plazo, aunque nadie la descarta.
Para favorecer la llegada al monte andaluz reclaman un plan de rescate que garantice el éxito que tuvo el lince ibérico. «Se debería empezar por gestionar las fincas públicas, que suman miles de hectáreas en Sierra Morena, a favor de la fauna silvestre amenazada. Es necesario, en el caso de las fincas privadas, integrar los planes de caza individuales en planes integrados de caza, eliminar los cercados cinegéticos. Recuperar al lobo implicaría controlar los ungulados silvestres. Y a medio plazo supondría una revaloración de las grandes fincas», simplifica Joaquín Reina, coordinador en Córdoba de Ecologistas en Acción. La historia del lobo en Andalucía en tres capítulos.
Capítulo 1: La extinción
Los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente que han peinado la provincia de Jaén en dos ocasiones no han encontrado rastros atribuibles a la presencia del lobo en la serranía: huellas, excrementos o rascaduras. Muy pocos en Sierra Morena siguen criando perros mastines. Tampoco allí donde vivió hace décadas: Doñana, Cazorla, Sierra Nevada, la sierra de Cádiz o Los Alcornocales de Campo de Gibraltar. La especie no está oficialmente extinguida pero existe un borrador aprobado por la Junta para incluirlo como especie en peligro de extinción, primer paso para iniciar la recuperación.
Para Ecologistas en Acción, el objetivo del Proyecto Life es elogiable al tiempo que una pérdida de tiempo y dinero (un millón y medio de euros), pues pocos en el monte temen al lobo. «Es una vergüenza y un acto de cobardía que nadie haya reconocido la situación. Nosotros mantenemos que está extinguido y es altamente incompatible la presencia del lobo con el actual modelo de gestión forestal-cinegético del territorio. Si pudiéramos ver Sierra Morena de noche con satélite y las cercas cinegéticas fueran fluorescentes se demostraría la fragmentación en áreas imposibles para la expansión del lobo. Además, en las comunidades fronterizas, Extremadura y Castilla La Mancha, todo apunta a que se le persigue de forma inmisericorde. La administración tiene que ser valiente y contundente y darlo por extinguido en Andalucía y empezar un plan de recuperación desde el principio, con cambios en el modelo de gestión de los cotos de caza. Con medidas como estas se pudo salvar el lince ibérico».

Manadas reproductoras tratan de conquistar nuevos territorios tras los montes de León y Zamora. Si se observa el censo del gráfico superior y la distribución actual en el mapa inferior, se comprueba que hay fronteras que solo cruzan lobos errantes. «Cuando se mata a un lobo no solo se acaba con el ejemplar, se desestructura una sociedad férrea. Se arruina la viabilidad de la manada», explica Reina, que descubre quiénes son los lobos solitarios del Pirineo catalán: «En País Vasco tampoco prosperan, ¿de dónde han salido los lobos catalanes? Son italianos que han llegado por Francia y deberían ser lobos ibéricos procedentes de la Península”.

Capítulo 2: Crisis territorial
En los territorios fallidos del lobo existieron diferentes modos de fracasar. Se usaron trampas, venenos y lazos como métodos defensivos para alejarlos del ganado y de las especies cinegétcias que propietarios fomentan para el negocio de la caza deportiva, gestionado en la actualidad por empresas privadas orgánicas.
Ahora, lo más usual es rematarles el cráneo a culatazos de escopeta. Hay regiones con planes de caza que permiten liquidar al lobo e incluso venderlo como trofeo montero, una situación que, para la diputada de Podemos en el Parlamento Andaluz, Carmen Molina, hay que revertir pactando entre comunidades autónomas. “El conflicto entre la administración y los grandes terratenientes no está visibilizado. Ciertamente, el lobo no se puede recuperar sin un plan nacional que prohíba cazarlo y que resuelva otros abusos persistentes, como la división del territorio o la apropiación de caminos públicos”, denuncia la parlamentaria y coportavoz de Equo.

Capítulo 3: La reintroducción
Los corderos de los ganaderos asociados en Pastores por el Monte Mediterráneo (APMM) no temen al lobo pero a Rogelio Jiménez, el presidente, le preocupa el estado de salud de las ovejas, dadas las elevadas poblaciones de animales asilvestrados que campan a sus anchas por el monte causando destrozos en pastizales y portando enfermedades que pueden transmitir a los rebaños.
Un desorden que necesita reposición. «Defendemos la coexistencia con el lobo, es parte de la pirámide ecológica. Hay un exceso de animales silvestres que contagian enfermedades al resto del ganado y daños hechos por zorros, jabalíes, perros asilvestrados y corzos. Desequilibrios que se han generado al eliminar al lobo, el depredador», razona el ganadero, que calcula una década para el regreso del lobo a Sierra Morena, donde abundó durante el siglo XX. Y avisa: «Tenemos que aprender a convivir con él y podemos hacerlo con los modos tradicionales defensivos (cercados, perros mastines con collares protectores y burros), las subvenciones por ataques y las nuevas tecnologías. No hay excusas. Sin el lobo nos quedaremos fuera del ecosistema».
Los ganaderos cordobeses cinegéticos asociados a Asaja no participan en el Programa Life Lobo Ibérico. El colectivo parece estar con las escopetas cargadas, no quieren al lobo en el monte. «Es incompatible con el ganado. El ganadero no quiere indemnizaciones que nunca llegan, quiere su negocio y una manada de lobos dentro de un corral acaba con cincuenta ovejas en un momento. Es incontrolable y ahuyenta al ganado cinegético. El lobo no es el lince, que apresa un conejo y se va. Pedimos a la administración que evite su llegada y los problemas que ocasiona. El Valle de Los Pedroches vive de la ganadería, no hay ninguna necesidad de hacer este plan de recuperación en el que participan colectivos que representan a una minoría», critica el secretario general de Asaja Córdoba, Rafael Navas.
El director del Proyecto Life Lobo Ibérico, Pedro Torres, desconoce el tiempo que tardará la especie en asomar la pata por las cercas de Sierra Morena y si llegará a hacerlo, pero reconoce que “no hay que descartarlo, es astuto y avanza rápido, aunque son numerosos los obstáculos que tendría que atravesar para llegar”.
De momento, los técnicos andaluces no pueden garantizar que se hayan eliminado las causas de la desaparición del lobo en Andalucía (la animadversión y los abatimientos), requisito marcado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza para rescatar la especie. “El debate de la repoblación se podrá plantear en el futuro y valorar las políticas de gestión de la biodiversidad y el coste de recuperar una especie que está en expansión por toda Europa”. Sinopsis de la historia: reintroducir o abrir la puerta al lobo que casi nadie teme.
alguien ha pensado que el Lobo y el Lince son competidores. si el Lo entra en Andalucía adiós Linces.
Jajajajjaja, jajajjajajajja , jajajjajaj, claro por eso cuando había lobos no había linces, es que es que!!
El lobo, el lince, el oso y el hombre han compartido territorio toda la vida pero gracias a la ganadería y al gran negocio Q supone la caza por gusto, estamos acabando con los grandes depredadores de este país, de hecho ya lo hemos conseguido. Las presas salvajes d estos animales abundan en exceso en muchas zonas de España, el Lobo es el remedio para aportar el equilibrio perfecto, el ciervo, gamo, corzo y jabali no son trofeos ni presas de consumo exclusivamente humano, por favor evolucionemos de una vez y dejemos Q la naturaleza evolucione como debe, hay mil métodos para proteger al ganado y no es precisamente la escopeta cargada. Además las asociaciones naturalistas competentes saben cómo mantener controlada la población del LOBO. Mantener el equilibrio natural es evolución, el exterminio de especies es ESTUPIDEZ HUMANA.
He estado a punto de echar una lagrimita. Peor que la estupidez humana es la sensiblería gazmoña. Por si no tienen problemas los pueblos de Sierra Morena, ahora, el lobo. Y todo para que héroes urbanitas puedan presumir de su buenismo.
Mejor que presuman de escopeta los paletos….esto es España ,que pena
Si este señor lleva razón, todo el mundo no es capaz, de vivir como vosotros vivís, como reyes gracias a vuestro buenísimo, animalismo, para con los animales, todo subvenciones, para nosotros. De trabajar por ellos nada y mucho menos poner dinero de nuestro bolsillito, que eso no, nosotros subvenciones, que de eso vivimos y para eso trabajamos!!!!
Estoy contigo atope tienes toda la razón y ya está bien de poner freno a los cazadores que se dediquen a jugar al golf necesitamos al lobo y aparte el está antes que nosotros somos el cáncer de la tierra los humanos
El hombre y el lobo lkavan conviviendo siglos juntos y ahora por culpa d los ignorantes con la caza se quejan la culpa el humano y los q dan las licencias y permiten el lobo es un superviviente si tiene comida para cazar no busca en otro sitio los humanos son los peligrosos .para continuar q haiga lobos pueden repoblarlos en otras zonas haigan menos y protegerlos para su supervivencia asin como otras especies y aprender a vivir todos juntos animales y personas conservando fauna y bosques por q es donde vivimos ,sino sabemos no sobrevivirá nadie igual q el desierto
Lobo y lince no son competidores directos, pues explotan nichos distintos; el lince es un depredador de conejos básicamente y presas menores, el lobo lo hace sobre grandes ungulados, por lo que no creo que el cánido desplazara al felino.
Es fundamental el acuerdo y entendimiento entre el colectivo ganadero, el cazador y la Administración, así como un juicio cabal por parte de naturalistas y ecologistas que a menudo se muestran excesivamente críticos, en especial frente a la actividad cinegética, que resulta esencial en ocasiones con la debida regulación.
Creo que el lobo debería ser especie protegida en todo el territorio y que cazadores y ganaderos fueran debidamente indemnizados por un lado cuando correspondiera y orientados e informados sobre las prioritarias normas de conservación y respeto hacia la especie, así como duramente sancionados cuando las normas y leyes aprobadas no fueran cumplidas.
Hay cabida, para hombres y lobos.
Por favor estudien la introducción del lobo en el parque Yellonstone, todos los beneficios que ha tenido, entiendo la preocupación de los ganaderos pero para eso hay que introducir alimento para el lobo, no creo que un solo animal mate 50 ovejas, una mentira tras otra sólo matan para comer, no por vicio como el humano. Noticias como dejar ahogarse animales en granjas para cobrar subvenciones no son un buen ejemplo de buenos ganaderos.
El lobo forma parte de la fauna Ibérica.
Merece un esfuerzo de las comunidades autónomas y del gobierno para su conservación.
¿Porque llamas borregos, alos clientes delas empresas de hoteles rurales de Leon,interesados en visualizar y cojer información sobre el Lobo?.en este país Loque sobra son Paletos e incultos,que sólo les motiva el dinero y el poder
Los paletos con escopetas tenían que pagar más impuestos,algo desorbitado verás como se acaba la tontería y respetamos los seres vivos,y he leído alguno que iba a soltar una lagrimita quizás pertenece al grupo de los cavernícolas que presumen de tenerla más grande…la escopeta . claro
Pagamos bastantes más que los perroflautas que presumen de ecologismo y van llenando el monte de basura eso sí gratis porque el monte es de todos
Hortensia una más de las sabelotodo que seguro pisa poco el monte. Va hablando de respeto y seguro que en la urbe donde vive no tiene respeto ni a sus semejantes. Pero en fin sigue blasfemando del mundo rural…..
La presencia del lobo en el monte, para bien de unos o para posible mal de otros, acabará por revalorizar el ecosistema y, a la vez, el negocio de ganaderos, propietarios y gestores cinegeticos, y sector turístico. El lobo vuelve para quedarse, y querremos que se quede. Ya lo verán. Un abrazo
Todos estos ecologistas, animalistas, hablan y hablan, sin saber de lo que hablan, pero tienen que hablar, si no las subvenciones de papa gobierno no llegan y entoces no tienen dinerito para vivir, pues no nos engañemos toda esta gente vive de las subvenciones, les da igual de lo que hablar el echo es que hay que destacar para cobrar.
No creo q la política medioambiental española, así como los recursos para afrontar reintroducciones, estudios e indemnizaciones sean comparables a las que puedan darse nada menos que en Yelowstone. Por cierto…es evidente que un lobo solo no, pero una manada sí que protagoniza con frecuencia matanzas » masivas » sobre rebaños domésticos, parece ser que debido a un Instinto y memoria genética que perdura desde tiempos glaciares; son las llamadas » lobadas «.
El problema, el de siempre…, dejar opinar y actuar a gente y colectivos que han visto el campo en postales, personas que no distinguirían un arrendajo de una perdiz, pero que se abanderan cómo ecologistas y se muestran ignorantemente críticos y acusadores de cazadores, agricultores o ganaderos. Gente de toda condición existe en todos los sectores con lo cual es injusto y en exceso atrevido generalizar.
En España hay aún un larguísimo camino por recorrer con respecto a la protección de ciertas especies faunísticas, y dado el intolerante, incoherente y radicalizado carácter del movimiento ecologista en especial…, me parece que no serán fáciles ni tempranos los acuerdos a alcanzar.
Y será por desgracia el lobo, quien pierda la batalla.