Montar a caballo en invierno

5 motivos para montar a caballo en invierno

Los meses fríos pueden ser de lluvia, nieve, niebla o enloquecidos vientos pero también de días radiantes y nítidos. Hacer frente a los caprichos del tiempo es más divertido y excitante si se viven a caballo. Además, hay otros motivos por los que la equitación es saludable en esta época del año.

1. Adelgazar y tonificar

Montar a caballo es una forma interesante de descubrir nuevos músculos del cuerpo. Una adecuada técnica de equitación desarrollada en una escuela homologada por los organismos deportivos reafirma la posición corporal y mejora la capacidad respiratoria después de pocas sesiones. El exceso calórico navideño puede ser historia.

2. No hay moscas ni mosquitos

Es otra de las ventajas. El caballo suda menos y esto hará que acudan menos moscas. Además, los mosquitos ahora están en plena gestación. Pero no te olvides de la protección solar, tampoco en invierno.

3. Aventura en frondosos paisajes

Es invierno y la naturaleza lo agradece coloreando de verde los paisajes que rodean los caminos y senderos ecuestres. Habrá mucha vegetación y charcos, barro, zonas de difícil acceso por los temporales… Elementos y situaciones que harán de la jornada una aventura inolvidable.

4. Placeres para el caballo

En los días de invierno comienza a brotar un diverso catalogo de hierbas nutritivas a ambos lados de los caminos rurales que el caballo querrá probar durante un paseo relajado. Las sesiones de trote o de galope entre aperitivos de forraje son motivadoras para el caballo.

5. Rutas del frío

Seamos realistas. El verano es para estar al fresco. Para conocer a caballo la duna de Bolonia, el Parque de Doñana o la sierra de Sevilla lo mejor es reservar una mañana cualquiera de invierno, primavera u otoño. No hay restricciones para acceder a la playa y hay menos bañistas. Además, es más llevadero para el caballo.

 

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