De izquierda a derecha junto a la perra Duna, miembros de Somos Equo Tarifa Verdes: Annette Vohns, Jörn Selling, Harry Stevenson, Florian Mayerhofer, Rosmarie Hennecke y Paco Montoya, del colectivo Cigüeña Negra, en la Estación Ornitológica de Tarifa.

Wir sind Equo Tarifa Verdes

El grupo Somos Equo Tarifa Verdes participa en las elecciones municipales con siete ecologistas forasteros en la lista y un modelo de desarrollo verde: «Sin biodiversidad nos iremos al carajo»

Para votar el modelo de desarrollo humano que defiende el grupo Somos Equo Tarifa Verdes hay que entender que los animales y las plantas forjan nuestro entorno y clima. Consiguen hacernos vivir. De modo, que en todo plan de progreso humano el bienestar del medio ambiente debe ser tenido en cuenta. «Dado que la biodiversidad funciona igual que nuestro sistema inmunitario, si convertimos el planeta en pequeños restos de vida, ante cualquier crisis no habrá organismos que nos defiendan. Te puedes olvidar de los modelos económicos. Nos iremos todos al carajo», explica con acento uruguayo Jörn Selling, número ocho por la lista. Biólogo marino de 54 años, nacido y criado en Uruguay, de padres alemanes. Trabaja desde hace veinte como oceanógrafo y marinero en Tarifa. El resto del tiempo castra con abnegación gatos abandonados. No es el primer extranjero en la zona en vincularse a una de las diversas asociaciones conservacionistas de Campo de Gibraltar pero sí uno de los primeros ecologista forasteros en entrar en política municipal. En la lista de Somos Equo Tarifa Verdes hay 17 vecinos del municipio, siete de ellos, con orígenes en otros países. Hemos hablado con Selling y tres forasteros más que integran el grupo ecologista:

Harry Stevenson. Británica, 37. Forma parte del grupo de apoyo pero no está en la lista electoral. Hace diez años instaló su caravana en el aparcamiento desordenado en el que se construye un chiringuito y un aparcamiento ordenado con 400 plazas en la ensenada de Valdevaqueros que ahora defiende de la presión humana. No es hipocresía. «Aquello fue horrible, no sabía la importancia del entorno en el que me instalé». Cuando lo descubrió preguntó en el Ayuntamiento de Tarifa por qué no había instalados puntos de información en la pradera de la desembocadura del río Valle, con sello ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). Contestaron que «no había dinero para carteles».

Rosmarie Hennecke, 65. Nacida en Argentina con orígenes alemanes. Vive en El Cuartón desde hace 20 años. En todo este tiempo ha defendido el medio ambiente desde el ecologismo para llevarlo a la justicia en repetidas ocasiones. Ahora, con más tiempo personal, aspira a conseguir representación para curar a la flora, la fauna y a los vecinos de Tarifa de enfermedades como el ‘viaje fecal’. «Puntualmente, la caca se pasea por el paseo marítimo, recorre la playa de Los Lances hasta llegar al mar y lo que no va al mar estará subiendo al monte Pinganillo cruzando la N340 y vuelve a bajar a la playa. La puedes ver acompañada de tampones». Va de número uno, con Auxiliadora Manzanero de número dos y José Carrillo Huelva en tercer lugar.

Florian Mayerhofer, alemán de 42. Trece años reparando instalaciones eléctricas en Tarifa. Defiende la energía sobre la eólica por ser la más limpia. En el programa electoral propone revisar contratos con compañías eléctricas para sacar de los parques naturales hasta el último aerogenerador antes de veinte años. Es el décimo segundo de la lista: «Nos mata el paisaje y nos mata las aves migratorias. En Alemania, donde también hay una fuerte apuesta por la energía eólica, ahora han descubierto que está matando a millones de toneladas de mosquitos que cumplen un rol fundamental. Millones de toneladas».

Es de suponer que han recalado por aquí para relajarse, ¿qué necesidad medioambiental hay como para querer entrar en política en España? (RH) El parque eólico KW Tarifa, en El Cabrito, que lo han desmontado y han vuelto a montar sin estudio de impacto ambiental. Por las narices.

Era el último que faltaba por repotenciar, por agrandar. ¿Por qué hay que sorprenderse? (RH) Porque ya tenemos cualquier cantidad de parques eólicos, una masificación, ¿ok? Lo lógico hubiera sido aprovechar y quitarlo porque nos están matando a las aves migratorias.

Y ¿cómo generamos energía limpia? Este modelo se presentó como energía limpia. (FM) Los parques eólicos se han puesto en marcha con el sello sostenible pero cuando los tienes que reciclar tienes un montón de resina epoxi y de fibra de vidrio contaminante. Además, tienen un coste alto de mantenimiento. Yo no lo veo, hace ruido, te arruina el paisaje, te mata pájaros, te mata murciélagos… Ahora ha salido el último estudio en Alemania que recoge que los molinos están matando millones de toneladas de insectos que cumplen un rol fundamental. Sin duda, es mejor la energía solar.

¿Pueden citar otro ejemplo de desastre medioambiental, por favor? (HS) Las playas de Tarifa y los arroyos se llenan de vertidos fecales. De caca. Son residuos que llegan desde todos los sectores porque las infraestructuras básicas están mal construidas. No son funcionales, incluso donde el suelo es urbano consolidado.

¿Dónde y cómo llegan el pipí y compañía de un vecino que vive en el casco antiguo? (RH) Puede que vayan a parar a la playa de La Caleta sin filtrar, claro, porque no sabemos si todas las aguas fecales de Tarifa van a parar a la depuradora. Nadie entiende lo que pasa. Esto es parte del problema. Otro factor que influye es que la estación de bombeo que han construido está bajo el nivel del mar, de modo que el alcantarillado no puede funcionar correctamente. En los días que llueve puedes ver restos fecales, tampones y otros residuos que bajan, suben, bajan y vuelven a subir por todo Tarifa en función de las mareas. La caca, puntualmente, se pasea por el paseo marítimo, un lugar de importancia comunitaria, para llegar al monte Pinganillo, cruza la N340 para después ir otra vez hacia abajo. Las fecales son un problema eterno.

Y dicen que es cada vez que llueve… (RH) En verano también tenemos problemas porque hay más población. En los primeros años de dos mil se contaba en Tarifa una historia que parecía un mantra sobre la existencia de una depuradora que, en realidad, era y sigue siendo un emisario marino. Cuando supimos lo que era dijimos: ¡pero, eso no es una depuradora, eso es un emisario de agua sucia!

¿Este es un motivo de mierda? (JS) Hay más. La construcción de un megapuerto para cruceros en la zona costera de La Caleta, frenada desde 2010, cuando el Ministerio dijo no. Decimos frenada y no parada porque las intenciones siguen existiendo. El tráfico marítimo es un gran problema para el puerto de Algeciras, que se quiere dedicar exclusivamente al tráfico de contenedores para que Tarifa asuma el tráfico de pasajeros que cruzan el Estrecho. Pasaríamos de tener una línea a seis o siete.

O sea, repotenciar el puerto de Tarifa. (JS) Exacto. Pero se necesita una salida moderna a la N340, por eso se pretendía la construcción de una autovía de Vejer a Algeciras que hemos parado dos veces desde 2005, porque alegamos que atraviesa siete lugares de importancia comunitaria.

¿Se oponen a la modernización del tramo Vejer-Algeciras? (JS) Nos oponemos a una autovía, es decir, a un proyecto que plantea pasar de tres carriles de asfalto como hay ahora a siete, porque la actual se mantendría como carretera de servicio. En nuestras alegaciones explicamos que, en nuestro modo de verlo, la modernización pasa por el tercer carril, desdoblar por tramos, y ordenar la cantidad de salidas que hay para todo: farmacias, ventas, hoteles… Esto hace que la circulación en verano sea penosa.

¿Cómo consiguieron frenar la autovía Vejer-Algeciras? (RH) Por esas casualidades que no existen nos encontramos con un Boletín Oficial del Estado del año 2000 que decía «prohibición neta de la construcción de una autovía en la N340». Firmado por el Ministerio. Así que se lo enviamos al Ministerio y les pregunté: ¿Esto, qué, se lo comieron o qué?

Habrá vecinos que se pregunten por qué Tarifa no puede tener un súper puerto, ¿por qué Tarifa no puede tener un súper puerto? (JS) Porque en un área de cincuenta por cincuenta kilómetros cuadrados ese servicio está cubierto. Otra cosa es que el transporte se haga de una manera más efectiva pero no hace falta una ampliación de semejante envergadura. Tendríamos que salir por patas de Tarifa si abren las puertas del megapuerto, los cruceristas nos arroyarían. Por otra parte hay especies en peligro de extinción como la Lapa ferruginea que vive en colonias ya solo en zonas como La Caleta. Construir ahí un puerto sería el final de la especie.

¿Una lapa? ¿Cuál es el modelo de desarrollo que defiende Equo para Tarifa? (JS) Sonamos a que nos dedicamos a frenar cualquier tipo de desarrollo pero no se trata eso. Se trata de diseñar un desarrollo que no sea solo para nosotros sino para todo el medio ambiente. Puedes comparar la biodiversidad con nuestro sistema inmunitario. Si tenemos muchas herramientas funcionando, atacarás a cualquier enfermedad. Ahora, con un planeta sin biodiversidad en el que quedan restitos pequeños de vida, ante cualquier crisis se va todo al carajo porque no hay organismos que puedan combatirlo. Las plantas y los animales son los que están forjando el clima. Los que nos están haciendo vivir. Yo no entiendo cómo puede ser tan difícil entender eso. Si estamos aquí es porque el sistema lo soporta. Si nos cargamos el sistema no valdrá ningún desarrollo económico ni ningún megapuerto. Te puedes olvidar de todo. Hay que dedicarse a la educación, a la bendita o maldita educación.

¿Cómo se puede recuperar la naturaleza que creen se ha perdido de Tarifa? (JS) Antes de soñar nada lo que tenemos que hacer es frenar lo que se está destrozando, proyectos como el BiBo de Tarifa. Hacer un parón, la naturaleza se regenera sola, no tienes que hacer nada, más que reducir la presión sobre ella. Tenemos que dirigirnos hacia una transición ecológica que no la logramos hoy si no que va hacia futuro. La naturaleza lo único que necesita es que la dejemos en paz.

¿Cómo prevén desmontar los parques eólicos si llegan al Gobierno? (RH) No se puede frenar a las compañías eléctricas pero sí podemos revisar contratos para que en un periodo de diez o quince años no existan parques eólicos dentro de los espacios naturales protegidos. Y para que los beneficios de las compañías redunden en el pueblo porque los parques repotenciados, que son como macrourbanizaciones, ni siquiera pagan los impuestos.

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